Una isla desierta con una playa de ensueño de arena blanca. Dispondréis de hora y media de tiempo libre para relajaros al sol y bañaros en sus aguas transparentes, o para practicar snorkel en el arrecife de coral y sorprenderos con la enorme variedad de la vida marina de Cuba: corales, esponjas, crustáceos y más peces de los que podáis imaginar.

En el cayo, un equipo de animadores te retará a bailes y juegos de lo más variopinto, como su famosa carrera de cangrejos, donde se liberan cientos de cangrejos ermitaños que corren en todas direcciones. El ganador será a quién primero llegue un cangrejo a sus pies.